Debido a las cada vez más crecientes necesidades de los clientes es imperioso que toda organización cambie la infraestructura de sus plataformas para seguir brindando sus servicios a sus clientes.
La vía para alcanzar este objetivo se basa en la apificación e implantación de arquitecturas de microservicios. Esto permitirá exponer desde una interfaz única todos los procesos de negocio de la organización y preparar la arquitectura para que sea más sostenible y escalable a los cambios futuros sin impactar los costos de implantación.
Este enfoque se enmarca dentro de los llamados SCS (self-contained systems) o sistemas autocontenidos, estos dirigen la segmentación a los diferentes dominios del negocio que componen a la arquitectura de la empresa. En ese sentido, todas las capas que componen a un dominio deben convertirse en una aplicación independiente que puede trabajar de forma integrada con microservicios para ofrecer una estructura de sistemas potente y de alto rendimiento.
Ahora bien…
¿Por dónde empezar?
¿Qué herramientas necesito para implementarlo?
¿Cómo lo “vendo” a mi empresa o a mis clientes?